Las moscas y los mosquitos son insectos voladores que pueden ser una molestia significativa tanto en entornos interiores como exteriores. Estas plagas son conocidas por su capacidad para transmitir enfermedades y causar molestias a las personas y los animales.

Las moscas y los mosquitos tienen una distribución global y se encuentran en diferentes hábitats. Las moscas, como la mosca doméstica, son comunes en áreas urbanas y rurales, mientras que los mosquitos, como los del género Aedes y Anopheles, se encuentran en diversas regiones y pueden ser vectores de enfermedades.
Las moscas y los mosquitos tienen ciclos de vida que incluyen varias etapas: huevo, larva, pupa y adulto. Las moscas ponen sus huevos en materia orgánica en descomposición, mientras que los mosquitos depositan sus huevos en agua estancada. Las larvas se desarrollan en estos entornos y, posteriormente, se convierten en pupas antes de emerger como moscas o mosquitos adultos.

Las moscas y los mosquitos pueden transmitir diversas enfermedades a través de sus picaduras. Los mosquitos son conocidos por transmitir enfermedades como el dengue, el zika, la malaria y el virus del Nilo Occidental. Las moscas, aunque no pican, pueden transportar bacterias y contaminar alimentos y superficies con sus patas y excrementos, lo que puede llevar a infecciones gastrointestinales.

Las moscas y los mosquitos pueden ser una molestia en espacios interiores y exteriores. Las moscas pueden congregarse en áreas con alimentos expuestos y residuos, lo que puede afectar la higiene y la experiencia de los clientes en establecimientos comerciales. Por otro lado, los mosquitos pueden invadir áreas al aire libre, dificultando las actividades al aire libre y el disfrute de los espacios exteriores.