Las termitas, también conocidas como comején, son insectos sociales pertenecientes al orden Isoptera. Estos insectos son reconocidos por su capacidad para dañar la madera y otros materiales celulósicos. Son una de las plagas más destructivas que pueden afectar tanto a estructuras residenciales como comerciales.

Las termitas han existido durante millones de años y se cree que se originaron en el período Jurásico. Estos insectos se encuentran en todo el mundo, pero son más comunes en áreas tropicales y subtropicales, donde la temperatura y la humedad favorecen su desarrollo.
El ciclo de reproducción de las termitas incluye castas reproductoras: la reina, el rey y los soldados. La reina es responsable de poner los huevos, que eclosionan en larvas. Las larvas pasan por varias etapas de desarrollo y se convierten en obreras, soldados o alados. Las termitas aladas son las encargadas de formar nuevas colonias cuando abandonan el nido en vuelos nupciales.

Las termitas no representan un riesgo directo para la salud humana, ya que no muerden ni transmiten enfermedades. Sin embargo, la presencia de termitas en una estructura puede generar estrés emocional y preocupación debido a los daños que pueden causar en la propiedad y sus pertenencias.

Las termitas se alimentan de madera y otros materiales celulósicos, lo que puede comprometer la integridad de las estructuras. Pueden dañar vigas, marcos de puertas y ventanas, pisos, muebles y otros elementos de madera, debilitando la estructura y afectando su estabilidad a largo plazo.